Más de 14.000 firmas digitales en apoyo a nuestro director y otras 3.000 en papel.

viernes, 20 de julio de 2012

Lectura pública de comunicado sobre la sanción a Javier Lizasoain

Algunos de los concentrados hoy junto al IES Maestro Matías Bravo
Más de medio centenar de personas se han juntado hoy en la puerta del IES Maestro Matías Bravo para demostrar su oposición a la sanción de diez días que la Comunidad de Madrid impuso al director del centro, Javier Lizasoain, y que hoy ha entrado en vigor. Entre los presentes, además de compañeros del docente, se encontraban representantes de diversas organizaciones relacionadas con el mundo de la escuela y de la localidad de Valdemoro. Durante el acto se ha leído un comunicado realizado por los trabajadores del centro escolar que reproducimos íntegramente.


Un momento de la lectura del comunicado
Los trabajadores y trabajadoras del IES Maestro Matías Bravo, con el apoyo de la comunidad escolar del instituto y de diversas organizaciones de la localidad de Valdemoro, queremos expresar nuestra repulsa ante la sanción que hoy inicia nuestro director Javier Lizasoain.
Cuando en el mes de septiembre iniciamos el curso con la amenaza de unos tremendos recortes en el profesorado y en otros aspectos del ámbito educativo, jamás pudimos pensar que esos recortes alcanzarían a la libertad de expresión y al derecho a informar. Ambas cuestiones son imprescindibles para quien está comprometido con la democracia y no son otra cosa que entender el papel de la dirección de un centro teniendo como premisa la idea de transparencia. Transparencia, Justamente lo contrario a lo que nos hemos encontrado en la administración.
A Javier le acusan de informar a las familias de su centro sobre los efectos que los recortes iban a tener en el día a día de la comunidad educativa del Matías Bravo. Sus palabras en la carta que tanto ha irritado a quien dirige la educación en Madrid eran una simple descripción de lo que entonces ocurría, hoy serían una minucia con todo lo que se está haciendo contra el sector público y, en especial, contra la escuela pública. Si se impide que un director explique a las familias de sus alumnos cuáles son las condiciones en las que van a recibir su formación, parece que lo que se busca es que no digamos la verdad, y la verdad es sinónimo de la transparencia y del buen hacer del que, como funcionario, representa al Estado.
También le dicen a Javier que autorizó a poner los famosos váteres y que en ellos se desprestigiaban los intereses de la Consejería de Educación y Empleo de Madrid. Pues bien, queremos dejar claro que Javier no autorizó nada, fuimos los trabajadores y trabajadoras del centro los que conjuntamente tomamos la decisión de hacer la tan “peligrosa” performance. Y en ella no se leía nada “despectivo” hacia ninguna persona o institución, simplemente se enumeraban los efectos de unas medidas aprobadas por la Consejería y en las que esta y otras administraciones han ido profundizando durante todo el año académico. Nosotros pusimos verdades porque es verdad que hemos tenido menos profesores, es verdad que hemos tenido más alumnos, es verdad que han aumentado las ratios, es verdad que ha habido menos optativas, es verdad que el departamento de orientación tiene menos profesionales, es verdad que hay menos apoyos y desdobles, y es verdad que hay menos becas. Todo lo que dijimos se ajusta a lo que ocurría entonces y lo que sigue ocurriendo en la actualidad.
Cuando actuar con transparencia y decir la verdad se ven como actitudes despectivas es que, tras la sanción a nuestro director y compañero, hay un ataque sin precedentes a la profesionalidad de quien ha demostrado curso tras curso que su mayor interés es defender la calidad de la escuela pública y dar el mejor servicio a aquellas familias que depositan en nuestras manos lo más importante de sus vidas: el futuro de sus hijos.
Durante muchos meses dos de los lemas que hemos gritado y llevado puestos los que algo tenemos que ver con este instituto, han sido el “Orgulloso del ser del Matías” y el “Todos Somos Javier”, esta mañana solo nos queda decir que seguimos estando orgullosos de ser del Matias y que seguimos siendo Javier pero que, sobre todo, ¡Hoy nos falta Javier! 
 
Muchas gracias