Más de 14.000 firmas digitales en apoyo a nuestro director y otras 3.000 en papel.

martes, 18 de octubre de 2011

Carta de una gran compañera maltratada por los recortes...

Una profesora sin “Esperanza”, por una profesora de educación secundaria

Soy vecina de Ciempozuelos y profesora de secundaria en la escuela pública. Sé que tengo suerte porque tengo trabajo, me lo he currado mucho, ya que me pasé mi juventud estudiando la carrera de Biología y luego un máster de un año en Educación. Luego empecé a trabajar en los colegios concertados haciendo sustituciones, cada vez de alguna asignatura diferente. Vi que me gustaba enseñar y para estabilizar mi puesto de trabajo me preparé las oposiciones al Cuerpo de Profesores de Enseñanza Secundaria, primero trabajé de interina algunos años y al fin, en el 2008 aprobé. Era la persona más feliz del mundo, tenía trabajo fijo, en algo que me gusta, ya sólo iba a dar clase de Ciencias Naturales, ya no iba a hacer más sustituciones; mis hijos había chupado mucho corral, poco parque y mucha comida precocinada, pero había merecido la pena.
            El año pasado y el anterior estuve dando clases en un instituto estupendo de Valdemoro. Allí estaba fenomenal, todos los profesores trabajábamos ya más de 18 horas, alguna de nuestras vecinas incluso llegaron algún año a 21, y como se trabajaba muy bien nunca nadie nos oyó quejarnos de la cantidad de horas lectivas, además incluso yo estaba apuntada a proyectos voluntarios como Ecoescuelas o Mediación (que es un proyecto para solucionar conflictos dentro del centro). Disfruté mucho esos años desde que aprobé.
            Con las instrucciones de principio de curso que se dieron en julio, y  la asignación informática, yo ya me di cuenta que no iba a repetir en el centro de Valdemoro, además me he pasado todo el verano sin saber dónde iba a trabajar. Otros veranos he preparado el curso, incluso hace un par de ellos, me dediqué a pasar a limpio los apuntes de la clase de Botánica y hacer un libro, es el que todavía usan en Valdemoro; pero este año que iba a hacer si no sabía que clases iba a dar.
            Yo iba a ser de las primeras en elegir, pero no pude, utilizaron los ordenadores para colocarnos, ¿y qué me tocó?... Arganda, tipo 2, ósea dando afines, es decir algo que yo he estudiado en la carrera y que se supone que sé, yo esperaba Matemáticas, Física y Química, pero me tocó Informática y Tecnología, ¡Dios mío! ¡Si yo eso no le he cursado nunca! Tengo que seguir dando gracias, ya que en el centro al saber que soy de Biología me lo intentan cambiar y lo consiguen, ahora estoy dando sólo Biología pero en dos centros de Arganda.
            Hay un descontrol enorme, han movido a más del 40% de profesores de muchos centros, casi la mitad de los profesores somos nuevos, ¿cómo va a haber seguimiento de los alumnos?, quién le va a contar al tutor nuevo los problemas que tienen sus chavales si ya no estamos allí. ¿Qué proyecto de Centro y continuidad se puede llevar si hemos cambiado tantos profes de lugar de trabajo? Ni yo quería irme de Valdemoro ni la chica que ha llegado a mi lugar quería irse de su centro. Yo he desplazado a dos profesoras de Arganda que tampoco querían irse.
            Además como a mí me asignaron el día 8 de septiembre, los horarios en Arganda estaban repartidos, no he podido elegir ni horario de entrada al centro ni niveles que impartir, otros años he llevado a las nueve a mis hijos al cole y de allí me he ido a trabajar, eligiendo salir tarde. Ahora los dejo a las 7:30  y los recojo a las 16:00 en el comedor, no me queda más remedio. Todos perdemos.
            Con lo difícil que es cambiar de centro, conocer nuevos alumnos, saber cómo se llevan las cosas, ¿Cómo voy a centrarme si estoy en dos centros?, cada uno con sus normas e incluso los horarios varían. Que no me pida nadie que me apunte a proyectos extraescolares, este año tengo suficiente con centrarme e intentar dar las clases lo mejor que pueda. Tengo más de 200 alumnos, todos ellos nuevos para mí, tengo algunos de necesidades educativas especiales, todavía no sé cuantos y no he podido tratar con ellos de manera especial, ya hemos perdido tres semanas, además están en clases de 25 alumnos, es imposible darles la atención que merecen sin que sus compañeros pierdan la atención que también merecen. Yo ya tengo aulas con 32 alumnos en ESO, ¿A cuánto alumnos por aula vamos a llegar?
            No entiendo:
  • Por qué se está dando tanto a la Escuela Concertada y quitándoselo a la pública, por qué un profesor que está contratado a dedo por alguien tiene más estabilidad que nosotros que hemos demostrado con un proceso de Concurso Oposición nuestra valía. Tenía que haber seguido con las sustituciones en la Concertada y ahora seguro que tendría plaza fija.
  • Por qué no nos dejan continuar en los centros y nos mueven casi todos los años.
  • Por qué no se mandan sustitutos en la Pública por matrimonios, nacimiento de hijos a hombres o cualquier baja inferior a 15 días (así llevamos ya un par de años) tanto en Primaria como en Secundaria.
  • Para qué la campaña de revalorización del profesorado del año pasado si son ahora nuestros gobernantes los que nos demonizan.
            Yo que me sentía afortunada por trabajar, por tenerlo seguro y encima por hacer algo que me gustaba, ya no estoy motivada. Les he dicho a mis alumnos que cuando cierro la puerta del aula y empiezo a dar clase, no quiero que me influya todo lo que nos están haciendo pero es difícil, me cuesta mucho centrarme, es difícil cambiar de centro y conocer nuevas formas de trabajo, pues encima ahora por dos.
            Como ya puse en la primera carta que envié a nuestra Presidenta de la Comunidad, “Resulta paradójico que quien ha firmado estas medidas se llame Esperanza, ya que como esto siga así a mi no me queda ninguna, y eso que me llamo Victoria”.
Una profesora de secundaria residente en Ciempozuelos.

1 comentario: